A lo largo de los siglos, de más de un milenio, fueron cientos de miles
los peregrinos a Santiago que dejaron sus vidas en el Camino. Las Ánimas
de los Peregrinos, pintadas y barnizadas a mano sobre piedras de la
Ruta de las Estrellas, representan y constituyen un homenaje a todos y
cada uno de los romeros que no consiguieron ver realizado su sueño.